Hasta el momento, esta tercera edición no atiende el falso problema que representa para el marxismo no ortodoxo el problema de la transformación.
Primero. Existen mercancías cuyos precios nunca se acercan a la lógica del valor de cambio y que no oscilan ni tienden, en torno a él. Se puede obtener de ellas ganancia temporal de la plusvalía y eso es la masa de ganancia (n° unidades x precio unitario). Sin embargo, a nivel global e histórico esa ganancia termina anulándose, especialmente, tras las crisis cíclicas del capital especulativo (siquiera se trata del productivo, como tal).
Segundo. La tasa de plusvalía también puede caer, por bajar el precio unitario, supongamos, por la competencia, manteniendo el capital variable, así como el progreso tecnológico, esto hará caer la tasa de explotación. De modo que la explicación, al menos como la presenta Rallo aquí guiándose de Carrera, no es precisa.
En la plusvalía relativa el salario aumenta, así también la tasa de explotación. Como tal, no es solo por la lucha de clases que pueda bajar la jornada laboral, sino que recurrir sólo a la plusvalía absoluta (aumentar la jornada o bajar el salario) es políticamente inviable para el capitalismo en el largo plazo.
Mi observación apunta a la afirmación ‘hay dos razones que pueden explicar esta caída en la tasa de explotación’. En Marx puede concebirse otra explicación que no dependa solo de ambos mecanismos de plusvalía.
De manera aparte, insisto en que el problema de la transformación, tal cual lo conocemos, es un falso problema para el marxismo porque la perspectiva de la crítica al capitalismo es global e histórica, no local y temporal. Es decir, no requiere para la validez global del argumento, de las conversiones entre los valores y precios que ocurren en la economía día a día. ¿Hace eso la ''teoría'' marxista menos general? Como hay dos epistemologías diferentes, para la economía científica, sí. Para la economía política, no tiene sentido esa pregunta.
El problema de la transformación no se refiere a las conversiones de valores en precios de mercado, sino en precios de producción. Los precios de producción no son los precios de mercado "que ocurren en la economía día a día".
No le veo mayor problema a la expresión, porque tanto precios de mercado como precios de producción son locales y temporales, el valor no. Nuevamente… el marxismo no tiene que buscar fórmulas de conversión, así como tampoco necesita explicar los precios de mercancías que no giran ni tienden en torno al valor. Pienso que esa es la idea que debes criticar.
1) El precio de producción es la expresión que adopta el tiempo de trabajo social necesario para fabricar una mercancía cuando las mercancías se intercambian como capitales. No es local y temporal: sino para el conjunto del mercado mientras no cambie el tiempo de trabajo social.
2) El valor (o, más bien, el precio de producción) sí es para Marx el centro de gravedad alrededor del que orbitan los precios de mercado y, por tanto, hacia el que tienden a converger en el largo plazo. De hecho, el propio Marx califica al valor de centro gravitacional de los precios.
Por tanto, la conversión que ha de buscar (y que el propio Marx se encarga de buscar en el volumen III de El Capital) es entre valor y precio de producción (como distintas expresiones del tiempo de trabajo social) y no entre valor y precio de mercado (Marx no pretendía explicar los precios de mercados concretos).
Afirmo que el problema de la transformación de valores en precios de producción y viceversa no es un problema para la economía política ‘marxista.' La razón es simple: existe una diferencia epistemológica. Buscar esas conversiones, creo, están destinadas al fracaso, has documentado ya diversos intentos.
Sobre 1), no tengo mayor desacuerdo.
Sobre 2). Si reconoces que Marx no pretendía explicar precios de mercado concretos. ¿Por qué en el II Tomo de tu libro le objetas (Capítulo 1) constantemente a la teoría del valor trabajo su incapacidad de explicar bienes extramarginales y no reproducibles, o de aquellos bienes que no son fruto del trabajo humano o aquellos cuyo precio se eleva por encima de su precio de producción? Crees que esa teoría es menos general y te decantas por la subjetiva, que sí podría explicarlos.
El error aquí es obviar la diferencia epistemológica. Por el contrario, no tengo problemas en reconocer que efectivamente hay mercancías que no se intercambian, ni aún globalmente, de acuerdo con el tiempo socialmente necesario.
El dinero es el caso más común, pero no lo hace tan claro. Los servicios de educación (posgrados…), las obras de arte, el derecho o la medicina. Los precios posgraduales no derivan ni del costo social de formar a los docentes, ni de las infraestructuras utilizadas. Los salarios devengados sí obedecen al costo de producción y reproducción de la fuerza de trabajo, pero las mercancías producidas allí no obedecen esos costos. Existe masa de ganancia de la plusvalía, pero esa ganancia no es igual a la plusvalía real. La ganancia que se obtiene por la mercantilización de los servicios oscila en torno al valor de cambio global, y termina anulándose, en las crisis. ¿Se genera riqueza que no tiene origen en la producción? Sí, pero es riqueza ficticia.
Hasta el momento, esta tercera edición no atiende el falso problema que representa para el marxismo no ortodoxo el problema de la transformación.
Primero. Existen mercancías cuyos precios nunca se acercan a la lógica del valor de cambio y que no oscilan ni tienden, en torno a él. Se puede obtener de ellas ganancia temporal de la plusvalía y eso es la masa de ganancia (n° unidades x precio unitario). Sin embargo, a nivel global e histórico esa ganancia termina anulándose, especialmente, tras las crisis cíclicas del capital especulativo (siquiera se trata del productivo, como tal).
Segundo. La tasa de plusvalía también puede caer, por bajar el precio unitario, supongamos, por la competencia, manteniendo el capital variable, así como el progreso tecnológico, esto hará caer la tasa de explotación. De modo que la explicación, al menos como la presenta Rallo aquí guiándose de Carrera, no es precisa.
En la plusvalía relativa el salario aumenta, así también la tasa de explotación. Como tal, no es solo por la lucha de clases que pueda bajar la jornada laboral, sino que recurrir sólo a la plusvalía absoluta (aumentar la jornada o bajar el salario) es políticamente inviable para el capitalismo en el largo plazo.
Pero nada de esto se refiere al problema de la transformación, sino en todo caso a la tasa decreciente de ganancia.
Mi observación apunta a la afirmación ‘hay dos razones que pueden explicar esta caída en la tasa de explotación’. En Marx puede concebirse otra explicación que no dependa solo de ambos mecanismos de plusvalía.
De manera aparte, insisto en que el problema de la transformación, tal cual lo conocemos, es un falso problema para el marxismo porque la perspectiva de la crítica al capitalismo es global e histórica, no local y temporal. Es decir, no requiere para la validez global del argumento, de las conversiones entre los valores y precios que ocurren en la economía día a día. ¿Hace eso la ''teoría'' marxista menos general? Como hay dos epistemologías diferentes, para la economía científica, sí. Para la economía política, no tiene sentido esa pregunta.
El problema de la transformación no se refiere a las conversiones de valores en precios de mercado, sino en precios de producción. Los precios de producción no son los precios de mercado "que ocurren en la economía día a día".
No le veo mayor problema a la expresión, porque tanto precios de mercado como precios de producción son locales y temporales, el valor no. Nuevamente… el marxismo no tiene que buscar fórmulas de conversión, así como tampoco necesita explicar los precios de mercancías que no giran ni tienden en torno al valor. Pienso que esa es la idea que debes criticar.
Doblemente incorrecto:
1) El precio de producción es la expresión que adopta el tiempo de trabajo social necesario para fabricar una mercancía cuando las mercancías se intercambian como capitales. No es local y temporal: sino para el conjunto del mercado mientras no cambie el tiempo de trabajo social.
2) El valor (o, más bien, el precio de producción) sí es para Marx el centro de gravedad alrededor del que orbitan los precios de mercado y, por tanto, hacia el que tienden a converger en el largo plazo. De hecho, el propio Marx califica al valor de centro gravitacional de los precios.
Por tanto, la conversión que ha de buscar (y que el propio Marx se encarga de buscar en el volumen III de El Capital) es entre valor y precio de producción (como distintas expresiones del tiempo de trabajo social) y no entre valor y precio de mercado (Marx no pretendía explicar los precios de mercados concretos).
Afirmo que el problema de la transformación de valores en precios de producción y viceversa no es un problema para la economía política ‘marxista.' La razón es simple: existe una diferencia epistemológica. Buscar esas conversiones, creo, están destinadas al fracaso, has documentado ya diversos intentos.
Sobre 1), no tengo mayor desacuerdo.
Sobre 2). Si reconoces que Marx no pretendía explicar precios de mercado concretos. ¿Por qué en el II Tomo de tu libro le objetas (Capítulo 1) constantemente a la teoría del valor trabajo su incapacidad de explicar bienes extramarginales y no reproducibles, o de aquellos bienes que no son fruto del trabajo humano o aquellos cuyo precio se eleva por encima de su precio de producción? Crees que esa teoría es menos general y te decantas por la subjetiva, que sí podría explicarlos.
El error aquí es obviar la diferencia epistemológica. Por el contrario, no tengo problemas en reconocer que efectivamente hay mercancías que no se intercambian, ni aún globalmente, de acuerdo con el tiempo socialmente necesario.
El dinero es el caso más común, pero no lo hace tan claro. Los servicios de educación (posgrados…), las obras de arte, el derecho o la medicina. Los precios posgraduales no derivan ni del costo social de formar a los docentes, ni de las infraestructuras utilizadas. Los salarios devengados sí obedecen al costo de producción y reproducción de la fuerza de trabajo, pero las mercancías producidas allí no obedecen esos costos. Existe masa de ganancia de la plusvalía, pero esa ganancia no es igual a la plusvalía real. La ganancia que se obtiene por la mercantilización de los servicios oscila en torno al valor de cambio global, y termina anulándose, en las crisis. ¿Se genera riqueza que no tiene origen en la producción? Sí, pero es riqueza ficticia.